Su previsión de ventas es de más de 100.000 clientes en el primer año, situándolo junto a sus otros exitosos modelos, el Sportage y el Cee'd. Argumentos no le faltan y el diseño de su cuarta generación remarca su fuerza y dinamismo, señalando su anchura, con un capó más largo y un perfil alargado que culmina en una parte posterior menos inclinada y con un voladizo más corto. Las luces LED en forma de U delante y más finos, en forma de flecha detrás, aumentan la sensación de poderío.
En el interior mejora la habitabilidad, con un habitáculo y un maletero 37 litros mayor (325 litros), la ergonomía, con el salpicadero orientado hacia el conductor, la calidad de los materiales logrando un ambiente Premium, y el equipamiento, con el nuevo sistema de infoentretenimiento HMI (interfaz hombre máquina) flotante con pantalla táctil de 5" y lo último en conectividad para Android y Apple, con 7 años de Connected Services de Kia incluidos, toma USB frontal, pantalla táctil de 7" opcional, acceso y arranque sin llave, control de crucero ACC, limitador de velocidad o ayuda al aparcamiento trasero con cámara.
Se pondrá a la venta en 2017 con sus ya famosos 7 años de garantía ó 150.000 km de serie y vendrá con nuevos motores T-GDI (turbo de gasolina y 3 cilindros) de 1.0 litros, con 100 y 120 CV, un motor atmosférico MPI 1,25 l y 84 CV y un motor diésel 1.4 l con 70 ó 90 CV, con cajas manuales de cinco o seis velocidades, según versiones.
Los equipamientos de asistencia ADAS y de seguridad pueden incluir ahora asistencia a la frenada de emergencia con reconocimiento de peatones y asistencia de mantenimiento de carril. El chasis se ha reforzado, la suspensión se ha dulcificado, y las reacciones al volante son más estables y deportivas, gracias también al Sistema de Gestión de Estabilidad VSM.
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