Para ello se ha creado un espacio de carga completamente automatizado que encaja perfectamente en una cadena de proceso digitalizada e interconectada de un centro de distribución de mercancías, utilizando un sistema especial de estanterías montadas en un vehículo de transporte no tripulado y que utilizan un procedimiento de carga llamado One Shot Loading, o carga de una sola operación.
Un software de gestión basado en una nube de datos controla la preparación y carga de los bultos, la gestión automatizada del espacio de carga y la planificación de la ruta para el vehículo y los dos drones de reparto de que dispone el vehículo en el techo, con un radio de acción de 10 km y con capacidad de carga de hasta 2 kg. El paquete para el reparto manual se entrega al repartidor mediante una esclusa interna en la cabina.
Se consigue así disminuir el tiempo de reparto por paquete, el tiempo de parada de la furgoneta, se puede gestionar una entrega el mismo día del pedido y realizarlo a una hora determinada, sin riesgo de fallo, aumentando la productividad en un 50 %.
Su espectacular y futurista diseño aloja una sorpresa en la cabina del conductor. Se prescinde del volante, pedales y consola central creando un concepto de conducción Drive-by-Wire mediante un joystick. En el panel frontal en forma de arco se puede ver la información de ruta o del vuelo de los drones, y varios indicadores lumínicos LED en el suelo de la cabina nos indican si se aproximan vehículos, ciclistas o peatones para poder descender con seguridad.
Al ser un vehículo completamente eléctrico, con 75 kW de potencia y autonomía para 270 km, no se generan ruidos ni emisiones, permitiendo al Vision Van circular por cascos urbanos y zonas residenciales de tráfico restringido. La carga de sus baterías se puede realizar por inducción, o por cable con corriente alterna o contínua, recargándose la batería en los frenados.
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