La marca BMW evoca lujo, deportividad, calidad, distinción, tecnología y muchas otras cosas. Ahora da un paso más, ya que es la hora de la sostenibilidad en serio.
A finales de año se lanzará el primer modelo basado en el nuevo conjunto de futuro de BMW Group, un nuevo referente tecnológico que supone un nuevo diseño y nuevos valores, el nuevo BMW iX, que permitirá conducir un vehículo lujoso, versátil y de cero emisiones. Hay que destacar el compromiso de la marca con el uso responsable de los recursos, el seguimiento y cumplimiento de los estándares sociales y medioambientales y la reducción de la huella de carbono, que puede llegar a un potencial de calentamiento global de alrededor de un 45 % inferior al de un Sport Activity Vehicle diesel equivalente durante 200.000 km de uso. Así, los factores fundamentales de este concepto global incluyen la extracción minuciosamente controlada de materias primas, el uso exclusivo de electricidad procedente de fuentes renovables durante el proceso de producción y una proporción extraordinariamente alta de materiales reciclados, como el aluminio, los plásticos o el nylon, por ejemplo.
Se lanzará en dos versiones: el BMW iX xDrive50, con 370 kW de potencia (500 CV), capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos, y con autonomía en ciclo WLTP de más de 600 km, y el BMW iX xDrive40, con 240 kW de potencia (300 CV), capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6 segundos y con autonomía de 400 km. La tracción integral en ambos modelos está proporcionada por los dos motores eléctricos, que permiten evitar el uso de tierras raras, y que van situados en ambos ejes, y la velocidad máxima está limitada electrónicamente en 200 km/h.
Las cargas rápidas con CC permiten que la batería pase del 10 al 80 % de capacidad en 40 minutos, ofreciendo con solo 10 minutos de carga rápida una ampliación de la autonomía de 120 o 90 km respectivamente. Esta eficiencia se ve beneficiada con los sistemas configurables de recuperación de energía de frenado adaptado a las condiciones de tráfico y en inercia en carretera, un coeficiente Cx de solo 0,25 y el diseño ligero inteligente de chasis de aluminio con estructura de carbono.
Siguiendo con el diseño, exteriormente presenta unas proporciones similares al X5, con una altura similar al X6, y unas ruedas que recuerdan al X7. Con un lenguaje minimalista y sostenible, presenta una doble parrilla ciega delantera vertical que integra todos los sensores, cámara y radar para los sistemas de asistencia al conductor. Las nuevas tecnologías son compatibles 5G y permiten ir más allá en la conducción autónoma y el aparcamiento automatizado.
Diseñado desde dentro hacia fuera, todo rebosa calidad y amplitud, cuya sensación aumenta al no existir túnel central. En el salpicadero predomina el BMW Curved Display, con dos pantallas digitales de cristal sin marco, con 12,3 y 14,9 pulgadas, el nuevo sistema operativo 8 de BMW, nuevas funcionalidades del BMW Intelligent Personal Assistant, mando giratorio para la selección de marcha, controlador táctil, o una superficie de control iluminada con efecto cristal y entrada háptica activa, tecnologías que se integran con maderas y acabados de cristal pulido con la opción Clear & Bold. También hay que destacar el primer volante hexagonal en un coche de producción BMW, o un gran techo panorámico de cristal con oscurecimiento electrocrómico, y sonido envolvente B&W con 30 altavoces como opciones.
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