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El renacimiento del Clio: más híbrido, más conectado, más Renault que nunca

El alma de un icono que nunca dejó de evolucionar. Hay coches que marcan una época. Y luego está el Renault Clio, un modelo que no solo ha acompañado generaciones, sino que ha sabido reinventarse sin perder su esencia. Treinta y cinco años después de su lanzamiento, el pequeño gran icono francés estrena su sexta generación con una propuesta más emocional, tecnológica y eficiente que nunca. El Clio de 2025 no solo llega renovado: llega revitalizado, preparado para seguir siendo el corazón de Renault y la referencia indiscutible del segmento B en Europa.

Desde aquel lejano 1990, cuando sustituyó al mítico Supercinco con un nombre propio "una revolución para su tiempo", el Clio se convirtió en sinónimo de coche urbano bien hecho: práctico, refinado y sorprendentemente sofisticado para su tamaño. No es casualidad que haya sido dos veces Coche del Año en Europa (1991 y 2006), ni que haya superado los 17 millones de unidades vendidas en 120 países. Y en pleno 2025, con el mercado transformándose hacia la electrificación, el Clio vuelve a adelantarse a su tiempo.

Una nueva generación, un nuevo lenguaje. El nuevo Clio adopta el lenguaje de diseño moderno y escultural de Renault, una identidad que la marca del rombo está aplicando en toda su gama. Se nota a primera vista: el frontal gana carácter con una firma lumínica afilada, los faros en forma de media flecha y una parrilla que combina tecnología y elegancia. Las líneas son más tensas, más precisas, pero también más sensuales. Es un coche que, incluso parado, transmite movimiento.

Esta sexta generación no se limita a un simple restyling: es una reinterpretación completa de lo que debe ser un utilitario moderno. Más ancho visualmente, con un porte más decidido y una aerodinámica optimizada, el nuevo Clio da un salto de madurez que lo acerca peligrosamente al segmento C, tanto en presencia como en calidad percibida.

Híbrido por convicción, no por obligación. Renault fue pionera en híbridos no enchufables con su tecnología E-Tech, y el nuevo Clio lleva esa filosofía a su máxima expresión. Su nuevo sistema full hybrid E-Tech de 160 CV es una joya de ingeniería, capaz de ofrecer un consumo medio de solo 3,9 l/100 km y emisiones récord de 89 g/km. En ciudad, puede circular hasta el 80% del tiempo en modo totalmente eléctrico, un dato que lo convierte en uno de los coches más eficientes de su clase.

No es solo una cuestión de cifras. Este Clio híbrido promete una conducción suave, silenciosa y sorprendentemente viva. La transmisión multimodo, sin embrague, gestiona con precisión la entrega de potencia entre el motor térmico y los eléctricos, ofreciendo respuestas instantáneas y una sensación de fluidez que recuerda más a un vehículo eléctrico que a un híbrido convencional. Y lo mejor: sin renunciar al placer de conducción que siempre ha caracterizado al modelo.

Para quienes prefieran otras alternativas, la gama incluirá opciones de gasolina y GLP a partir de 115 CV, todas ellas pensadas para combinar rendimiento y eficiencia. Renault ha sabido mantener ese equilibrio que hizo del Clio un coche universal: accesible, pero siempre con un toque aspiracional.

Interior: calidad, tecnología y sostenibilidad. Entrar en el nuevo Clio es entrar en otro mundo. El salto cualitativo respecto a su antecesor es evidente nada más abrir la puerta. Renault ha apostado por materiales reciclados, de tacto agradable y aspecto premium, en consonancia con la estrategia sostenible de la marca. Todo está pensado para transmitir calidez, ergonomía y modernidad.

El puesto de conducción gira en torno al sistema openR, que combina dos pantallas digitales en forma de "V": un cuadro de instrumentos configurable y una gran pantalla central táctil, ambos con el sistema openR link con Google integrado. Este último permite acceder de forma nativa a Google Maps, Assistant y a un ecosistema de aplicaciones en constante evolución. Es la primera vez que un modelo de este segmento ofrece una integración tan completa, acercando la experiencia a la de un smartphone sobre ruedas.

Y no falta la tecnología de seguridad: hasta 29 sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS), entre los que se incluyen el control de crucero adaptativo, el asistente de mantenimiento de carril, el frenado automático con detección de peatones y ciclistas, y el aparcamiento automatizado. El Clio, una vez más, rompe la barrera entre los segmentos.

Un coche con alma, para todas las generaciones. A lo largo de su historia, el Clio ha sabido hablar el lenguaje de cada época. Fue juvenil y chic en los 90, refinado en los 2000, tecnológico en los 2010 y ahora híbrido, conectado y responsable en los 2020. Su secreto no ha sido seguir las tendencias, sino anticiparlas. Y en esta sexta generación, Renault vuelve a demostrar que un coche urbano puede ser mucho más que un medio de transporte: puede ser una extensión de la personalidad de quien lo conduce.

El Clio 2025 está pensado para todo tipo de clientes. Para los particulares que buscan un coche versátil y con alma; para las empresas que valoran la eficiencia y los costes ajustados; para quienes simplemente quieren disfrutar conduciendo sin renunciar a la sostenibilidad. Porque si algo ha conseguido Renault con este modelo es crear un coche que pertenece a todos, pero que siempre logra sentirse especial.

El legado continúa. Renault no ha dejado nada al azar. La producción del Clio sigue a pleno ritmo en la planta de Bursa (Turquía), donde más de 1.000 unidades salen cada día rumbo a los concesionarios de toda Europa. Su éxito no muestra signos de agotamiento: el Clio ha vuelto a ser el coche más vendido del continente en el primer semestre de 2025, confirmando que su fórmula "diseño, tecnología y emoción" sigue siendo imbatible.

"Clio es Renault, y Renault es Clio", afirma Fabrice Cambolive, CEO de la marca. Una frase que resume a la perfección la simbiosis entre el coche y la compañía. Pocas veces un modelo ha representado tan bien el espíritu de una marca: innovador, cercano y profundamente humano.

Con esta sexta generación, el Clio no solo se renueva: se reafirma como un símbolo de continuidad y modernidad, un puente entre la tradición mecánica y la electrificación del futuro. Y lo hace con la misma sonrisa luminosa que hace 35 años.

Conclusión. El nuevo Renault Clio 2025 no busca reinventarse por completo, sino perfeccionar una fórmula que ya era ganadora. Es más atractivo, más tecnológico, más eficiente y, sobre todo, más emocional. Un coche que no olvida de dónde viene, pero que mira hacia adelante con la confianza de quien sabe que su historia aún está lejos de terminar. Porque mientras haya calles por recorrer y generaciones que busquen un coche con carácter, el Clio seguirá ahí: cambiando con los tiempos, pero fiel a sí mismo. El pequeño gran icono de Renault vuelve a recordarnos que la verdadera modernidad no consiste en olvidar el pasado, sino en saber reinventarlo.