La marca de Stuttgart prosigue su camino a la electrificación de todos sus modelos, tras las berlinas EQE y EQS, y el EQS SUV, ahora le llega el turno al EQE SUV.
Esta estrategia se realiza empleando materiales que ayudan a preservar los recursos naturales, como el acero secundario, cuidando desde el desarrollo hasta la producción propia, pasando por la red de proveedores. Con una inversión prevista de más de 40 mil millones de euros en vehículos eléctricos en una década, para el año 2025 Mercedes-Benz ya tiene previstas tres nuevas arquitecturas completamente eléctricas: MB.EA, AMG.EA y VAN.EA.
Basando su producción en un balance neutro de CO2, el objetivo es una producción sostenible de baterías, ayudando a la descarbonización de la red de proveedores, utilizando materias primas de explotaciones certificadas, compensando con electricidad verde de la carga en carretera, alcanzando un uso sostenible de las baterías con una segunda vida.
Con todo esto y volviendo al EQE SUV, podemos comprender que no hablamos simplemente de la producción de un vehículo eléctrico. Es mucho más. Es un nuevo estilo de vida.
Todas las últimas tecnologías están a su servicio, comenzando por la propulsión modular que permite abarcar un rango de potencias entre 215 y 300 kW, en función del equipamiento y configuración del vehículo, y alcanzando una autonomía de hasta 590 km WLTP, con una transmisión eléctrica eATS que va montada en el eje trasero, y que también se aloja en el delantero en las versiones 4MATIC, pudiendo desacoplarse automáticamente en función de la conducción para ahorrar energía.
Con el Mercedes me Charge, se ofrecen al cliente tres nuevas tarifas de recarga en Europa para los más de 350.000 puntos disponibles, más de 850.000 puntos en todo el mundo de CA y CC, con cargas más sencillas y confortables con el Plus & Charge.
La refrigeración para poder operar con cargas elevadas sin perder potencia y la conducción con un solo pedal que permite reducir la velocidad hasta su detención, permitiendo una recuperación inteligente, son parte de la tecnología aplicada en la propulsión eléctrica que le permiten llegar más y más lejos. Pero también son las posibilidades de recarga, incluyendo la carga rápida hasta 170 kW, programas de recarga Estándar, Hogar y Trabajo, con activación automática y un nuevo tipo de batería de alta eficiencia y sostenibilidad, con certificado de durabilidad de 10 años de utilización o 250.000 km.
Entre el equipamiento de serie se incluye ATTENTION ASSIST, asistente de frenado activo, detector activo de cambio de carril, paquete de aparcamiento con cámara de marcha atrás e indicador de velocidad límite. Con el paquete de Asistencia Advanced Plus se mejoran las funciones del DISTRONIC, el detector activo de cambio de carril con cámara y el asistente de ángulo muerto. El paquete de asistencia a la conducción Plus se ofrece opcionalmente.
Además, la tecnología OTA permite activar funciones adicionales del equipamiento para adaptarse a necesidades personales, como las luces digitales, asistente de maniobra de remolque, asistente de señales de tráfico, realidad aumentada MBUX, o el Energizing Comfort / Energizing Coach, disponibles en Mercedes me Store, entre otros. Y cabe destacar la pantalla MBUX Hyperscreen opcional, que configura una banda visual de más de 141 cm de anchura, apoyado por un software adaptativo con apoyo de Inteligencia Artificial, que te presenta la información que necesitasen cada momento y según las condiciones del tráfico, y que se complementa con la tecnología ZYNc, para disponer de una experiencia de entretenimiento digital sin barreras en el coche.
La maniobrabilidad del EQE SUV es excepcional, como la de un turismo compacto. Gracias a una distancia entre ejes comparativamente corta de 3.030 mm y a la configuración del chasis, la suspensión neumática AIRMATIC con amortiguación contínua ADS+ opcional, la elevación adicional de 30 mm de altura libre al suelo, los programas Dynamic Select Eco, Comfort, Sport e Individual y el programa adicional Offroad y a la opcional dirección del eje trasero, se consigue una eficiencia en la conducción total, tanto para tráfico urbano como para fuera de la carretera, logrando un radio de giro de entre 12,3 y 10,5 metros.
Todo esto permite que sea más compacto que la berlina EQE, con unas medidas de 4.863 mm de longitud, 1.940 mm de anchura y 1.686 mm de altura, la batalla 90 mm menor, y configurándose como uno de los representantes más espaciosos de su categoría. Con los asientos traseros divididos en 40/20/40, el maletero pasa de 520 litros a 1.675 litros con los asientos abatidos y el techo alto.
La aerodinámica del EQE SUV juega un papel fundamental en la eficiencia de la conducción, aumentando el confort acústico en el habitáculo, con un mejorado hermetizado e insonorizado y reduciendo el consumo de energía, llegando a múltiples aspectos del diseño como en las llantas y neumáticos, el sistema de control de aire de refrigeración, las juntas delanteras, el diseño del Pilar A y el colector de agua, los spoilers delante de las ruedas, los alerones de revestimiento especiales en la pared lateral trasera, el alerón integrado del faro trasero, el alerón lateral y de techo o el revestimiento en los bajos de la carrocería.
Por supuesto, la seguridad pasiva es otro aspecto fundamental en el diseño, con una estructura de seguridad preparada para proteger en caso de choque frontal, lateral, trasero o vuelco, con la desconexión automática en caso de accidente grave del sistema de alto voltaje. También, una sonoridad especial advierte a los peatones de su paso, que varía en función de la velocidad.
Texto: Gerardo Gonzalez
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